Hay mucha ilusión, hay confianza y hay un grupo que se respalda dentro y fuera de la cancha. No caben dudas que los resultados ayudan a elaborar mejores sensaciones cada vez que se encuentran dos temporarios. Inevitablemente crece el sentimiento, por eso la camiseta de Tempo cada dia se valora más.
No se subestiman rivales, se respetan todos por igual, sabiendo que hay partidos mas dificiles y otros con menor dificultad de resolución, pero este Apertura desde el principio fue muy parejo. Nadie le regaló nada a nadie y menos a Tempo, por eso disfrutamos del presente, no sabemos cuanto puede durar.
Con la conducción de Sergio Rovito el equipo encontró un mejor funcionamiento dentro de la cancha, ya no hay dos jugadores con la cabeza adentro y afuera. Todos se matan por jugar, pero sin egoismos, o al menos a eso vamos.
Más allá de que todos quieran ser participes de un gol, más cuando estos no abundan, cada jugador prioriza la victoria colectiva ante el rendimiento personal. La productividad se volvió prioritaria. Todos quieren ganar.
Nada es casual, y el rendimiento del equipo sigue en alza. A Tempo le quedan tres partidos para lograr la posibilidad de un nuevo Campeonato y si bien todavía falta mucho, la confianza en sí mismo -que no se confunda con agrande- hace que se crea en los nuevos objetivos. Quedan tres dificiles; Miami Fusion, Pasión de Sábado y Piratas del 3er Tiempo. Tres equipos con historia y sumamente respetables. Tempo saldrá a ganar porque el invicto también le importa. El 18 se cumplirá un año de la última caída. Los triunfos se hicieron costumbre, se valoran, se disfrutan porque los Tricolores dejan el alma por conseguirlo. Cada sábado se vuelve más intenso, mas motivante, para nosotros y para todos, ver los tres colores dentro de la cancha atrapa a más de uno. Escuchar a algún habitué de Vixen, alagar al plantel no genera otra cosa que orgullo. Los ideales no existen, pero si alguien cree en ellos, tenga confianza que este equipo de ganadores puede satisfacerlo...
