Tempo no supo liquidar el partido a tiempo y en dos minutos La Habana se lo dio vuelta. Faltando 5 minutos empató Lucarelli y cuando Tempo iba en busca de la victoria el encuentro termino antes. Mal partido de los dirigidos por Battistón que siguen siendo el único invicto del Clausura.
Casi lo pierde. El DT en su charla técnica volvía a advertir como en la antesala de la Final com Miami: "No ganemos el partido antes de jugarlo". Y así volvió a suceder. El mismo debate de siempre; un equipo con mentalidad ganadora, acostumbrado a la victoria sin querer, a veces, subestima rivales. Se trata de confianza, esa misma que le sirve al grupo cada vez que juega, pero de vez en cuando le juega una mala pasada, sobretodo cuando el planteo rival es mezquino y defensivo.
El equipo manejó la primera mitad, aún viéndose en desventaja. Los Cubanos supieron aprovechar las contras que tuvieron, cuando ACT estaba volcado en ofensiva. Los espacios aparecian para el rojinegro y la defensa Temporaria jugaba al límite. "Guaby" Villa participaba del ataque pero dejaba campo libre para la rápida salida; más aún si no se terminaban las jugadas. Con un tiro libre a raz de piso el 32 puso el empate. Enseguida se sumó el goleador, el "Ogro" Lucarelli y pondría por única vez en el partido a los Tricolores adelante en el marcador.
El piso desparejo imposibilitaba el juego por abajo, una fiel característica del equipo que supo manejar la pelota en el primer tiempo, pero que careció de ideas en la segunda mitad.
El entretiempo fue testigo de algunos desentendimientos entre algunos jugadores, cosas habituales, que necesitan ser resueltas con urgencia.
En el complemento surgió una disyuntiva inconsciente. La victoria por un lado, la necesidad de ampliar la ventaja, y la peligrosidad de los contragolpes del rival. Todo eso desorientó a los leones que no dejaron de intentar buscar un nuevo gol a fuerza de entrega, voluntad y caracter, pero sin oficio ni fútbol.
La imprecisión se adueñó de todo el equipo, nadie conseguía plasmar en la cancha el juego realizado en la entrada en calor -5 pases seguidos-. La mala tarde del "Grillo" Centamori le regalaba al peligroso Gastón Laville un mano a mano que después de desparramar al "paragua" Gonzalez se estrelló en el palo.
Era un claro aviso de lo que vendría. Nuevamente volcado en ataque, el conjunto Tricolor, desfasado, sufría un remate de media distancia del mismo Gatón Laville, imposible de alcanzar para el 1 Tricolor. El empate resaltaba la falta de definición de los Temporarios. Vulnerables en defensa, no solo responsabilidad de los defensores sino del equipo mismo en posición defensiva, sufrió otra maniobra individual del 8 Cubano que de nuevo la colgó de un ángulo y dejó enmudecido a todos los Tricolores.
Iban 28 minutos, y Tempo no dudó en irlo a buscar. Colgó al "Grillo" Centamori como único central y ubicó al "General" Battistón como volante, adelantando; y a "Gony" Lafroscia como delantero. "Tatá" Rovito, el acostumbrado salvador estaba afuera, y los cambios se habían agotado.
Esa garra innata que tienen los Tricolores fue la clave para que esta vez el "Ogro" Lucarelli la empuje a la red y festeje el equipo, que sin dudarlo fue en busca de la pelota para acelerar los trámites del juego e ir por la victoria.
El tiempo no alcanzó. El equipo se acordó tarde del gol, no tuvo memoria en el juego y las imprecisiones dominaron a los jugadores impotentes. Fueron por el árbitro, que desafiante aseguró haber jugado los 35 minutos.
Conociéndo la irregularidad del Campeonato es importante no perder, pero sabiendo de la mística del equipo es imposible no llevar el sabor amargo por dejar puntos importantes en el camino. El próximo sábado, Tempo deberá recurrir a la memoria y mejorar su última producción -sobre todo en el ST-, la más floja de los últimos tiempos...Ahora a levantar la cabeza.
