domingo, 5 de junio de 2011

Un tropezón no es caída...

Tempo perdió su invicto con Chiri Olin, que a base de contundencia y gran labor defensiva le ahogó las esperanzas de llegar al final del campeonato con una buena ventaja.

"Estamos a cuatro puntos de Islas, hasta podemos perder un partido" decían permitiendose ser vulnerables. Entonces, esa premisa ya se cumplió, a partir de ahora no hay probabilidades de relajarse...
Tibio como pocas veces, desafortunado y con errores propios alimentado por el ego de cada uno de sus grandes jugadores. Tempo apostó desde el principio a la induividualidad de que cada uno sería el heroe en un partido con un rival decididamente hechado atrás. La inteligencia y la claridad que no tuvo el conjunto del "gordo" Lucarelli si la tuvo Chiri Olín. Conociendo sus limitaciones más aún que sus propias virtudes salió decidido a complicarle la historia al puntero del Clausura y lo hizo con creces. Puso sus dos torres en la mitad de la cancha cada vez que sacaba su arquero para utilizar un arma que le dio resultado. Tanto "guaby" Villa, como sus acompañantes del medio nunca supieron contrarrestar ese juego aereo, que es sabido, poco les sienta.
Un planteo desde el principio raro, con dos laterales volantes, uno de ellos, el goleador "tatá" Rovito, con funciones más defensivas que de ataque, lo que mejor hace. Volantes poco creativos, y un estancado e impreciso "gordo" Lucarelli chocaron una y otra vez contra una defensa bien plantada y un arquero poco vulnerable.
No es que Tempo no atacó, siempre en posesión buscó todas las maneras de romper la red. El error fue querer definir una jugada antes. La falta de presisión en los últimos metros le aguaron la fiesta a los Tricolores. Goles errados a medio metro de la línea, voladas de un arquero siempre bien parado, luchas interminables de los tres defensores Blanquinegros fueron haciendo incapié en el desgaste físico y mental del equipo. Cada vez atacando con más gente, y con una constante variación de sus volantes nunca fue certero en la marca. Claro, poco peligraba el arco del "paragua" Gonzalez, que casi era un espectador de lujo. La diferencia estuvo cuando dos veces Chiri soltó un volante al ataque y llegó con dos contras letales de 2 contra 1. Uno fue el 0 a 2 parcial y el otro, punzante fue el 2-3 definitivo, que castigó la inconciente subestimación del primero hacia el último.
Es que sin dejar de mantener la humildad, cuando un equipo está acostumbrado a ganar piensa, muy por dentro, que cada vez lo puede hacer con menos. Claramente, eso no pasa en la máxima división de Vixen.
De los golpes se aprende y el alerta de que todos "te quieren ganar" implica una responsabilidad física-mental para poder salir victoriosos de esta definición próxima de Campeonato.
Varios jugadores con un nivel bajo, con ambiciones personales priorizadas sobre lo grupal llevaron a este tropezón que no necesariamente es caída. La gran cosecha de puntos permiten seguir en la punta, y la mejor de las responsabilidades; depender de uno mismo. Por eso, a conciencia, tempo deberá repuntar en lo físico y el lo mental, sin desligar que lo más importante es que el equipo, dentro de la cancha sea lo que fue hasta ahora, más que un equipo...