Si ponemos una vez "el grito en el cielo" se entiende que Tempo suele juegar bien, que es un gran equipo, y que tiene un espíritu ganador como pocos; nadie lo discute, al menos en el ceno del equipo y en comparación con la media. Gana partidos difíciles, aún cuando es superado futbolísticamente. Por momentos no le sobra nada, pero gana...
Este fin de semana, y ante Miami Fusion, uno de los clásicos, Tempo encontró el camino de la victoria sin demasiadas complicaciones. Si bien tuvo fortuna en varios ataques del Fusion, el equipo de Centamori fue claro dominador del partido, orientando el encuentro a donde más le convenía y puso el "grito en el cielo" al menos cinco veces...
No todo lo que brilla es oro... Por momentos el equipo pregona "el reino de los egos". Incluido quién escribe, gran cantidad de veces por partido se prioriza hacer "lo que se quiere" en lugar de "lo que requiere la jugada". Esta claro que en el fútbol sobresalen los que hacen las cosas distintas. Los que eluden a un jugador cuando lo esperado es un pase, o los que tocan la pelota a un compañero que se encuentra en un lugar difícil de llegar. Lo cierto es que si esto se utiliza como opción, el juego se hace más rico en cuanto a volumen de juego, más dinámico, pero si se usa como prioridad se dejan de lado premisas de fútbol, claves a esta altura. Hablo en presente porque Tempo, con este mismo plantel, supo hacer las cosas fáciles adentro de la cancha.
Este "grito al cielo" nace de las disconformidades con las que la mayoría de los jugadores Temporarios viven el partido. Fastidiosos, protestones y hasta con desgano.
Es momento de releer nuestros conceptos y aplicar la experiencia al servicio del equipo. Salvo "tatá" Rovito y "Luquitas" Figueroa, el resto del plantel roza los 30 años. Es momento de usar la inteligencia y la experiencia para beneficiar y honrar esta camiseta. Si la pelota corre, los jugadores se desgastan menos. Si enfatizamos que meter un gol es el primer objetivo dentro de un partido, independientemente de quien lo haga, el camino a la victoria encuentra más rutas posibles. Si entendemos que en Tempo la figura es Tempo se van a seguir logrando cosas importantes. De lo contrario este gran equipo empezara a achatarse...
Este "grito en el cielo" nace del corazón de todos, y se expresa con una y mil razones. A más de un equipo le gusta ver a Tempo, a todos les gusta jugar contra Tempo. Aprendamos a disfrutar de eso y hagámoslo con alegría. De lo contrario, quizás sigamos ganando, pero con fastidios, enojos y recriminaciones permanentes, gritando a los compañeros y no los goles...
La lucha del campeonato sigue en pie, la fortaleza para llegar hasta el final está intacta, y si todos nos concientizamos que el "reino de los egos" tiene punto final, los objetivos llegarán sin el regocijo de estresarse y discutir, ni reclamar a un compañero, sino que simplemente va a hacer falta ir a abrazarlo porque en la jugada de gol todos nos sentimos participes. El que gana es Tempo.